“Los Viajes del Agua” de San Lorenzo de El Escorial
Amaneció el domingo con una fría y preciosa cencellada https://es.wikipedia.org/wiki/Cencellada. Extendida sobre la superficie de retamas, y demás arbustos cercanos, un precioso manto que contemplé en la pequeña vuelta que compartimos Hatsune y yo, antes de partir hacia el encuentro con los camineros.
Bonita tarjeta de visita del prometedor día que teníamos por delante.
Nos reunimos para compartir el vehículo con los amigos camineros más cercanos, e iniciamos el viaje hasta el punto de encuentro, he de confesar que, abrigados hasta las cejas, aunque finalmente, nos sobró algunas de las capas que llevábamos.
Por la parte más oriental se encuentran los cursos altos del río Guadarrama, al que llegan los arroyos Guateles, que atraviesan El Campillo y Monesterio, y el arroyo Loco. Por el Oeste fluye otro afluente de Guadarrama, el Aulencia, cuyo curso alto, el arroyo del Batán, atraviesa La Herrería y las otras fincas, hasta confluir en el arroyo del Tercio. Desde Abantos desciende el arroyo del Romeral, muy cerca del recinto monástico, y el del Helechal, que lo hace por la Solana del Ventisquero.
En 1561 Felipe II anuncia al general de la orden jerónima, su intención de construir el Monasterio bajo la advocación de San Lorenzo. La obra la inicia el arquitecto Juan Bautista de Toledo en 1563, pero quien la continúa, es su discípulo Juan de Herrera, desde 1567 hasta 1584, año en que se termina la construcción del Monasterio. En su interior destaca la Biblioteca, que posee uno de los fondos bibliográficos más valiosos del mundo, con alrededor de 50.000 volúmenes. El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial fue declarado, en 1931, Monumento Histórico-Artístico y en 1984 fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Desde donde estábamos, contemplábamos el estanque grande de la huerta, diseñado por Francisco de Mora, la Galería de Convalecientes o Corredor del Sol, que proporcionaba a los enfermos un lugar soleado, lleno de luz y a resguardado de los vientos invernales, el jardín de los frailes, las huertas, todo ello presidido por el impresionante Monasterio. También se comentó que Manuel Azaña, estudió en el colegio de los agustinos de este Monasterio, y lo cita en sus Memorias y en su obra El jardín de los frailes, como lugar de entretenimiento y estudio.
Cuando empezábamos a movernos, tuvimos la ocasión de contemplar más de cerca el Pozo de las nieves, a la derecha del estanque, que en la actualidad no tiene ninguna función, ni se visita.
Como un extraño grupo de madrugadores viajeros, atravesamos las losas del fabuloso patio que rodea el Monasterio, llamado «lonja», para pararnos en una «piedra» que centra una polémica sobre su uso, si servía para recoger las pluviales del tejado, o para evitar que los bueyes, que transitaban por el recinto para el abastecimiento del monasterio, imprimieran sus cornudas huellas en la fachada.
Manuel, destacó el trabajo de los fontaneros reales, como Francisco de Montalbán y Benito de Morales, indispensables en la construcción y organización del Monasterio de El Escorial, aunque siempre, el trabajo indispensable, el más humilde y necesario, queda fuera del foco.
También resaltó que el 8 de diciembre se inauguró el Centro de Visitantes del Monasterio en la primera Casa de Oficios, donde se ubican las taquillas y el Centro de Interpretación del monumento, en el que hay varios paneles explicativos y dos grandes maquetas.
Llegamos a la fuente de la céntrica Plaza de Jacinto Benavente, invadida temporalmente por el “foro romano” del Belén Monumental instalado en estas fechas. Allí, se ubicaba el Arca de los Repartimientos, hoy desaparecida. Manuel, nos contó que de ella, en un ingenio portentoso, partían los ocho caños que abastecían al monasterio, fluyendo entre las dos primeras Casas de Oficios y la Lonja, en dirección a la fachada norte, donde el precioso líquido penetraba en el edificio religioso.
El Arca de los Repartimentos, construida en 1570, como su nombre indica repartía las aguas a las distintas dependencias del Palacio el colegio y el convento- Estos conductos eran de barro cocido y vidriado por dentro y discurrían entre las casas de los oficios por debajo de la actual rampa de la calle Grimaldi. Las aguas llegaban por debajo de la calle del Xavier Cabello Lapiedra y avenida de Carlos Ruiz a través del sistema de arquetas procedente del Arca del Cascajal también llamada del Romeral; el canal de entrada era de madera y continuaba siendo de plomo hasta las bocas de los caños. En 1911 fueron desmantelados el arca y el pilón sobre el arca de los repartimientos. En 1955 se construyó la actual fuente.
Continuamos por las calles invadidas por elefantes y todo tipo de figuras belenísticas, entre asombrados y divertidos. Seguimos ascendiendo por las calles por donde viajaba la conducción del agua, hasta llegar a la calle Carlos Ruiz, donde Manuel, nos contó que, en el estudio arqueológico, previo a la ejecución de la obra de una vivienda, se encontró una arquilla de abastecimiento de agua del siglo XVI. En la Comisión Local de Patrimonio Histórico (CLPH) se planteó la posibilidad de trasladar esta arquilla a un lugar público para su exhibición. La propuesta fue ampliada añadiendo el traslado del arca existente en la calle Cebadillas, y finalmente se destinó un parque público cercano como espacio para su observación.
Avanzamos y llegamos hasta el Arca del Cascajal o del Romeral, la mayor de todas las que visitaríamos, construida en sillares de granito..Su planta es irregular y la altura varía para adaptarse a la topografía del terreno; precisamente, es a ras del suelo por donde este arca recogía el agua del arroyo del Romeral para llegar al vaso de decantación, que filtraba el agua mediante cascajos.
El arca tiene unas características constructivas de fortaleza militar, en su interior tiene dos bóvedas de cañón apoyadas en los laterales, que pudimos observar por una ventana cuando ascendíamos camino de la Presa del mismo nombre. Después, avistamos muérdago, en lo alto de un pino. Ramón García Ada, nos explicó que es una planta semiparásita. Sus frutos maduros, blancos o amarillentos, contienen una pulpa pegajosa que envuelve a la semilla; cuando son picoteados por los pájaros (mirlos, estorninos, etc.) la pulpa se les pega al pico y entonces lo frotan contra la superficie de alguna rama donde quedan adheridos; a continuación la semilla germina y crece perforando la corteza de la rama, enraizándose en ella. Aunque las hojas y los tallos hacen la fotosíntesis, el agua y una buena cantidad de nutrientes los toman del árbol al que parasitan. Puede llegar a causar graves daños en bosques (pinos, sauces, chopos, abedules…) y cultivos arbóreos (manzanos, cerezos…).
Después de una pequeña parada en una hermosa placita con la llamada fuente de la Bola, llegamos a lo que denominan «la casita rústica», una especie de mirador, desde donde se contempla la presa.
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Manuel dixit: En 1780 debido a problemas de abastecimiento de agua, se encargó a Juan de Villanueva que construyera las
presas del Romeral y del Infante. Las aguas del arroyo del Romeral quedaban interrumpidas por la presa, antes de encauzarlas hasta el Arca de Cascajal, .
Desde el lugar en el que nos encontrábamos divisábamos perfectamente el muro de la «vieja presa», puesto que, entre 1921 y 1931 el patrimonio real construye una nueva presa, con mayor capacidad, y con la misma denominación la presa del Romeral modificando a su vez, el funcionamiento del sistema de abastecimiento. Actualmente, su finalidad es disponer de agua de reten, ante la posibilidad de que se necesite agua extra en caso de incendio.
Continuamos el camino, hasta llegar a un lugar con más espacio, encantador, salido de un hermoso cuento en un profundo bosque, rodeados de formaciones graníticas alfombradas de musgo, árboles vestidos de otoño y una fuente denominada Gurrutaca. Allí, nuestro guía se extendió sobre la crucial importancia del asentamiento de la Escuela Superior de Montes en San Lorenzo de El Escorial, en el año 1869, en la calle de Floridablanca, en la primera Casa de Oficios hasta 1914, fecha de su traslado a Madrid. En aquella época, el bosque se había ido deteriorando por su aprovechamiento para fabricar carbón, la tala para aprovechamiento maderero, los pastos y a causa, también, de los fatídicos incendios.
Pues bien, el continuo proceso de degradación de siglos, se detuvo gracias al empeño de la Escuela ,que solicitó la cesión del monte de la Jurisdicción para proceder a su repoblación. Posteriormente, se añadieron al proyecto la Herrería y el monte del Romeral. Surgió también, la oportuna figura de un profesor de la Escuela, Miguel del Campo Bartolomé, nacido en San Lorenzo, además de llegar a ser su Alcalde. Desde el comienzo, él fue uno de los primeros impulsores del proyecto.
Con gran trabajo y esfuerzo, se fueron plantando mayoritariamente el pino pinaster, y el pino silvestre, albar o de Valsaín. Según iban avanzando las plantaciones, se vio la necesidad de ir abriendo una red de caminos que facilitasen los transportes, unos horizontales y otros verticales en zig-zag, se fué creando una malla densa que aún hoy existe y que tiene como arteria principal el camino Blanco o segunda Horizontal, hacia el que nos dirigíamos. Ignacio Cascajero, comentó que sobre los años 40, el abastecimiento de agua en los pueblos de la sierra de Guadarrama, era muy insuficiente, a través de las fuentes en las plazas públicas. Ante la escasez del agua, y la necesidad de canalizar la de los arroyos para abastecimiento de la población, en esa época, se realizaron pequeñas presas en numerosas localidades, Los Molinos, Navacerrada, la del Ejército del Aire, Cercedilla, …, también explicó la influencia de la escuela alemana de ingenieros de montes en los trabajos y la elección de las especies a replantar, dado el objetivo de crear un manto vegetal importante que evitara la continua degradación del terreno, en el mínimo tiempo posible.
Seguimos por una mágica senda de sillares alineados, dispuestos en fila, para cubrir las conducción de agua que la transportaba desde la vertiente del Alberche. Caminamos sobre ella observando los estragos que causó la DANA caída en Robledo de Chavela el pasado año, y que arrasó esta conducción al completo. LLegamos a la denominada «segunda horizontal», deteniéndonos en un punto para seguir comentado aspectos de la replantación de la Escuela de Montes, de la figura de Luis Ceballos, nacido en San Lorenzo, ingeniero de montes y naturalista, y, también admirar la preciosa vista del Monasterio desde el monte.
Avanzamos un buen trecho y, oculta tras los matorrales, siguiendo el curso de un arroyo, llegamos hasta el arca del Helechal.
Una preciosa construcción a base de sillares graníticos adosada a un puente rectangular, también de piedra. Este Arca reciben las aguas del arroyo del Helechal. Asomados al ventanuco pudimos ver su interior.
…
El lugar es encantador, bien merece la visita, y mientras dábamos cuenta del bocata matutino, Manuel sacó, como un mago saca un conejo de la chistera, dos preciosos cuadernos de la mochila.
Eran dos extraordinarios cuadernos de campo, realizados por alumnos del Instituto de Educación Secundaria Juan de Herrera, que nos dejaron con la boca abierta, admirando la espléndida labor que hacen profesores y alumnos de la escuela pública en España, infrafinanciada, y que, en demasiadas ocasiones, queda silenciada su .excelencia. Pongo los enlaces de estos cuadernos porque son dignos de admiración.
CUADERNO DE CAMPO LOS VIAJES DEL AGUA DEL MONASTERIO
Otro Cuaderno de Campo del Seminario Los Viajes del Agua en San Lorenzo de El Escorial
Proseguimos el viaje, aunque decidimos acortarlo; el tiempo había pasado sin darnos cuenta y decidimos hacer el recorrido que nos faltaba en otra ocasión junto con algunos puntos interesantes para completar la visión de este gran Viaje del Agua en San Lorenzo. Manuel, conocedor de todo el camino, propuso acercarnos a un punto de la Gran Cerca de Felipe II, para observarla y específicamente un detalle que, yo al menos, desconocía: Un paso de gamos. Sensata y magnífica propuesta, que, por supuesto aceptamos y disfrutamos.
Sin más, regresamos al punto de partida después de conocer un poquito más nuestra comarca, la historia de los personajes que hicieron posible algunos de sus importantes tesoros culturales y patrimoniales y con la decidida convicción de hacer lo que esté en nuestras manos para que se conserven y se transmita su conocimiento.
Fuentes consultadas:
Artículo de Carlos Agudo para Crónica de Abantos sobre el suministro de agua al Monasterio.
Blog de Manuel Rincón Álvarez Repoblación Forestal en San Lorenzo (1892-1914) Resumen del articulo publicado en la revista Apuntes de la Sierra, abril, 2015
Aquienlasierra.es: gurriatos-caciques gentilicios de lacomarca
El Guadarramista. El Gran viaje del agua en San Lorenzo de El Escorial