Visita al Yacimiento Arqueológico cerro El Rebollar y a las vías pecuarias de El Boalo
El pasado domingo 27 de octubre acudimos a la convocatoria de la Sociedad Caminera para conocer las excavaciones del cerro El Rebollar y el proyecto de arqueología de público que preside esta investigación, además de conocer parte de la importante red de vías pecuarias y caminos de el Boalo.
Acudimos al punto de encuentro en el Boalo, con la incógnita de la lluvia pronosticada para la mañana, pero con la esperanza de que la «bula» de buen tiempo, de la que presume la Sociedad Caminera, funcionara también en esta jornada.
Todos estábamos allí antes de la hora, este domingo tan extraño de cambio horario, en el que la luz nos sorprende a deshora y nos hace aventarnos en los quehaceres mañaneros.
Carlos Sanjuán, que organizó la marcha, presentó el menú del día, explicándonos que lo primero sería acudir al punto de información para encontrarnos con Charo Gómez Osuna, componente del Equipo A de Arqueología y participante en la investigación del yacimiento del cerro de El Rebollar. Luego recorreríamos una de las muchas vías pecuarias que rodean el núcleo urbano.
Callejeando, llegamos al yacimiento. Un sitio sorprendente, una excavación de unos restos del siglo VII, con multitud de sepulturas a la vista, rodeados de chalets de una urbanización, rematados por unas vistas impresionantes de la sierra de Guadarrama. El pasado y el presente enmarcados por un espacio natural imperturbable.
No podíamos haber tenido mejor guía, que además es también caminera. Empezó contándonos los orígenes, cuando se descubrieron sepulturas cubiertas por losas en 1953, trasladando el hallazgo a las autoridades, pero…, hasta 1967 no se realiza el primer informe.
Se cree, que en las décadas posteriores el yacimiento fue víctima del pillaje, hasta que con motivo de la construcción de la urbanización se realizó la primera actuación en 1998. Se delimitó el perímetro del yacimiento con sondeos de georradar y se excavaron varias tumbas, documentándose una estructura. Se concluyó que la necrópolis podría catalogarse como altomedieval o dela época visigoda.
Posteriormente se aprueba un proyecto de excavación dirigido por la Universidad Autónoma de Madrid, El Equipo A de Arqueología, Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, y el Ayuntamiento de Cerceda-El Boalo-Matalepino. Este proyecto se basa en la denominada Arqueología de Público; en las campañas de excavación participan voluntarios, vecinos, etc con el propósito de que la participación conforme la mejor arqueología, inoculando los conocimientos en la sociedad y sirviendo a la vez para descubrir a los vecinos, como vivían hace muchos siglos otras gentes asentadas en el mismo lugar. Otra parte importante es la divulgación a escolares y vecinos; y la implicación de los alumnos en el conocimiento del yacimiento, concienciando de la importancia del patrimonio histórico y arqueológico a los más pequeños, a los alumnos de diferentes cursos de colegios e Institutos de Secundaria que realizan todos los años una visita al yacimiento. Esta insistencia en la divulgación de los más cercanos ha hecho posible el nulo impacto de la vandalización.
Las diferentes campañas de excavación han puesto al descubierto una iglesia rural datada entre la segunda mitad del siglo VII d. C. y comienzos del VIII d. C. y diferentes tumbas de adultos e infantes. También se han encontrado, vasijas, alguna joya y cinco dírhams fechados a inicios del siglo IX, en el interior de la nave, es un buen testimonio de que hubo una influencia musulmana en estas comarcas, de la que ha quedado escaso testimonio patrimonial. Posteriormente, hubo una reforma importante en torno a los siglos XIII-XVII, encontrándose tumbas datadas en esa época.
El avance de las investigaciones, nos comentó nuestra narradora de esta novela histórica inacabada, permitirá seguir desvelando los secretos que esconde este enclave estratégico, cruce de caminos, de gran importancia como centro de culto desde la Alta Edad Media.
Disfrutamos de lo lindo con todos los detalles que aportaba nuestra investigadora, logrando que visualizáramos las preocupaciones y vicisitudes de nuestros antepasados serranos. Os dejo el enlace, por si queréis profundizar en su historia o realizar una visita al yacimiento.
https://www.elboalo-cerceda-mataelpino.org/2023/10/14/yacimiento-de-el-rebollar/
Despidiéndonos, agradecimos la estupenda labor de Charo y su equipo. Proseguimos a descubrir el paisaje y parte de las vías pecuarias de el Boalo.
Después de las amenazas de lluvia, que estimularon la velocidad de nuestro regreso, se confirmo que la «bula» sigue vigente.
Nos despedimos antes de desafiar nuestra suerte sin más, hasta otra jornada que podamos disfrutar en tan excelente compañía.