Ultima ruta de 2022: Embalse de Valmayor, Mirador de Peña Rubia y Los Navazo

El pasado domingo, 18 de Diciembre, nos reunimos para despedir el año con una buena receta: un paseo en un entorno natural,  un buen tentempié y el mejor ingrediente, los amigos camineros.

La mañana estaba nublada, las nubes encapotadas nos proporcionaban un ambiente singular, transportándonos a otros lugares y a otros tiempos.

Comenzamos la marcha puntuales, dirigiéndonos al embalse de Valmayor, rodeados de una vegetación cubierta de líquenes, de una sobrecogedora belleza, en plenitud, no solo por la semana lluviosa que habíamos tenido, sino por la bruma que apenas se levantaba por encima de los árboles. Encinas, jaras, retamas, vestían preciosos abrigos vegetales multiplicando su volumen, salpicados de gotitas de agua brillantes que la condensación proporcionaba.

El entorno es un típico bosque mediterráneo silíceo dominado por la presencia de la encina (Quercus ilex subsp. ballota) y la jara pringosa (Cistus ladanifer) con matas de romero (Rosmarinus officinalis) diseminadas a lo largo de casi todo el recorrido.

 

Nos dirigimos en primer lugar al Pino alto de Peña Rubia, pino singular catalogado y protegido por la Comunidad de Madrid, se le calcula una edad aproximada de 200 años, y una altura aproximada de 18 metros. Actualmente no está en sus mejores tiempos, Filomena le pasó una importante factura y tiene el ramaje y las hojas un poco tocados, esperemos que se adapte a los cambios climáticos que nos esperan y luzca pleno de esplendor en los tiempos venideros.

 

 

 

 

Proseguimos hacia el mirador de Peña Rubia, un lugar donde puede contemplarse toda la belleza del embalse. En esta ocasión, la bruma nos regalaba otro ángulo de este paisaje singular.

Seguimos nuestra ruta buscando el embalse de Valmayor. Estábamos todos felices, el olor, las formas que nos rodeaban; íbamos encontrándonos a nuestro paso singulares formas de vida, que Ramón García Ada, gentilmente, se encargaba de explicarnos. Por ejemplo, vimos un mixomiceto (Leocarpus fragilis), la imagen de la izquierda. Nos comentó que este tipo de seres vivos tradicionalmente ha sido reivindicado por micólogos como hongos y por zoólogos como animales peculiares, debido a que tienen dos fases en su ciclo vital: una que recuerda a los hongos y otra, que se desplaza, cualidad propia del mundo animal. Hoy día los mixomicetos se incluyen en un Reino aparte (Myxomicota). Una seta conocida como estrella de tierra (Astraeus hygrometricus), a la derecha.. Y, varios ejemplares de Tremella mesenterica, bella seta de aspecto gelatinoso, color amarillo y forma irregular; el hongo que la produce vive en madera muerta.

Musgos, hongos y líquenes diversos que nos rodeaban,  los descubríamos como personajes mágicos de un oculto bosque encantado.

 

 

 

Y, por fin, nos encontramos con el embalse en toda su magnificencia. No pudimos más que quedarnos maravillados.

 

 

 

 

 

 

 

 

Durante el recorrido, Rosa, que se encargó de preparar la marcha y guiarnos, nos explicó que la presa es de escollera y se terminó de construir en 1976. Es el segundo de la provincia en cuanto a cantidad de agua almacenada, después del embalse del Atazar, en la cuenca del río Lozoya.

Las aguas represadas también sumergieron varios puentes. Por uno de ellos, el Puente del Tercio, se pasaba antiguamente hacia el Escorial, cruzando el rio Aulencia, éste fue sustituido por el viaducto actual de la carretera M-505. Algunos años, cuando el embalse se queda escuálido por la sequía estival, el puente emerge reivindicando su pasado y su historia. Hay otro puente, en estado ruinoso, utilizado en el pasado por los pastores y los vecinos de Navalquejigo, pedanía de El Escorial.

El entorno está incluido dentro del Parque Regional del curso medio del Guadarrama, La vegetación de ribera está formada por comunidades de sauces, fresnos, madreselvas, majuelo, endrino, zarzamora, etc.

Cuando las condiciones climáticas acompañan, se pueden observar diversas aves acuáticas entre las que se encuentran somormujos, gaviotas, cormoranes, ánades; y terrestres como milanos, buitres, garza imperial y si hay suerte, el águila imperial ibérica.

Abandonando el embalse de Valmayor, nos dirigimos por la Cañada Real de las Merinas hacia las Fuentes del Navazo. Es un antiguo descansadero trashumante, donde también  acudían tradicionalmente las paisanas, para lavar la ropa y provisionarse de agua.

 

Seguimos hacia la plaza de Colmenarejo, donde, después de comentarnos unas breves notas sobre Colmenarejo, nos esperaba el tentempié prometido.

Rosa hizo una rifa entre los presentes con varios regalos, así que, además de la bebida y la comida, para algunos hubo presentes de Navidad. Nos despedimos afectuosamente, agradeciendo despedir el año caminero con tan grata compañía y esperando que el 2023 nos facilite nuevos planes, nuevas rutas, nuevos amigos y disfrutar juntos de todas las aventuras.

Agradeciendo a todos los que habéis colaborado con vuestro conocimiento, fotos y preparación para esta ruta y su crónica, agradeciendo a los que la leéis y seguís los acontecimientos que os trasladamos desde la página web y las redes, os deseo ¡Feliz Año 2023!.

YouTube
YouTube
Instagram