El domingo 18 de Junio de 2023, nos reunimos con la «fresca» a primera hora de la mañana en el Alto del León, para disfrutar de la última salida antes de los calores estivales. El tiempo con buen pronóstico, el ánimo y la disposición excelente, todos preparados para empaparnos de historia y paisaje en la mejor compañía. La marcha la dirigía el compañero José Luis Soriano. Después de saludarnos, comenzamos cruzando la carretera hasta encontrar un claro en el que José Luis nos introdujo en los pormenores de la ruta que íbanos a recorrer.
La ruta discurriría en una altura oscilando entre 1511 y 1720 metros, por la cuerda que discurre entre el Alto del León y La Peñota, disfrutaríamos de vistas privilegiadas de la sierra de Guadarrama, a un lado las llanuras de Castilla-León y al otro Madrid.
Nos encontraríamos al paso, vestigios de la confrontación bélica, causada por el golpe militar del General Franco, cuando se estableció un frente en la sierra de Guadarrama entre las posiciones militares golpistas y la defensa de la II Republica en Madrid. Observaríamos huellas de parapetos, fortificaciones, barracones, puestos de tiradores, trincheras, viviendas de catenaria, etc.
La ruta nos permitiría visitar dos de los históricos pasos de comunicación entre la meseta segoviana y la llanura madrileña:
- El camino musulmán de Balat Humayd (puerto de Tablada) cuyo trazado, seguramente de la época de los pueblos carpetovetónicos, fue acondicionado a partir del siglo VIII por los musulmanes como importante vía de comunicación comercial y militar.
- El Puerto del León que es al actual paso de carretera entre Segovia y Madrid, desde que en 1749, Fernando VI, mandó construir esta nueva vía de comunicación, iniciando una concepción moderna de las carreteras construidas por el Estado.
Continuamos la marcha por una sierra preciosa , pletórica de vida, gracias a las generosas lluvias que han reverdecido la tierra, convirtiéndola en un bello regalo, lleno de vida y colores.
Pudimos apreciar una especie de espumarajos prendidos en unas ramas herbáceas, Ramón García Ada, aunque no pudo acompañarnos, atendió nuestra pregunta y nos explicó que eran unas larvas de chinche o cigarra espumadora (Philaenus spumarius).Insectos hemípteros (grupo cercópidos) pequeños (unos 5 mm o poco más); de los huevos surgen unas larvas (ninfas) que generan esos espumarajos para protegerse de posibles depredadores hasta que se transforman en insectos adultos. Más tarde, atravesamos restos de agua, en los que pudimos divisar multitud de renacuajos. La vida aprovecha cualquier resquicio para aflorar.
Poco después llegamos al monumento natural de las Peñas del Arcipreste de Hita. Se trata de un roquedo declarado «Monumento Natural de Interés Nacional» en septiembre de 1930, en las postrimerías de la Restauración, a raíz de una solicitud de la Real Academia Española para homenajear al Arcipreste de Hita, que quedó formalizada mediante una real orden publicada en la Gaceta de Madrid el 12 de octubre de ese mismo año.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita fue el autor de una de las obras más destacadas de la literatura medieval española y europea: El Libro del Buen Amor. Se le cree natural de Alcalá de Henares y como clérigo ejerció en Guadalajara.
La convivencia de las tres culturas en Guadalajara, mudéjares, judíos y cristianos, influyó en su poesía. La Peña del arcipreste de Hita es, desde el punto de vista geomorfológico un tor (afloramiento de roca granítica fracturada que se eleva de forma abrupta sobre el terreno) con formas redondeadas por acción de la erosión, en un paisaje de bolos, berrocales y piedras caballeras en toda la sierra.
Y, allí, escondido entre las piedras, a resguardo de las
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inclemencias meteorológicas, se halla un cofre con un ejemplar de El Libro del Buen Amor, para disfrute del pasajero, que contemplando el paisaje, se deje llevar en el tiempo a través de rimas, por las cuitas de nuestro buen amigo:
«Cerca de Tablada,
la sierra passada,
falléme con Alda,
a la madrugada.
Ençima del puerto
cuydéme ser muerto
de nieue e de frío
e dese rruçío
e de grand’ elada.
Ya a la decida
dy una corrida:
fallé una sserrana
fermosa, loçana
e byen colorada…
Proseguimos la ruta, por una pendiente hasta llegar a nuestra próxima parada, vestigios de acuartelamientos con unas excelentes vistas.
Continuamos la marcha, hasta otro maravilloso mirador :
Por fin, decidimos emprender el regreso, por esos caminos transitados por tantos paisanos en tantas ocasiones.
El calor apretaba, el camino de regreso lo hicimos con cierta dificultad, que entre camineros superamos de buen grado.
Al final nos esperaba la cervecita reconfortante con una animosa charla comentando el camino andado y los espectaculares paisajes contemplados, para despedirnos unos meses, hasta volver a encontrarnos a la vuelta del verano.