En nuestra primera cita caminera después del verano, nos juntamos en el bar Paredes, del pequeño y pintoresco pueblo de Paredes de Buitrago, para ir a conocer, con las explicaciones del siempre entusiasta Alberto, los fortines y demás construcciones militares que se extienden por este municipio como testimonio de ese “frente del agua” que quedó establecido aquí durante prácticamente toda la guerra civil. El nombre de este frente no se debe a la cantidad de agua del entorno (de hecho, no atravesamos ni atisbamos ningún curso de agua) sino por el precioso botín que se disputaron en este entorno los dos bandos: ni más ni menos que las reservas de agua potable de la ciudad de Madrid, en los embalses de El Villar y Puentes Viejas.

Bajo la estupenda sombra de los pinos y de los robles que van retomando sus posiciones, pudimos seguir la senda estupendamente marcada, con sus interesantes paneles y las muy pertinentes explicaciones de Alberto. Pero el interés de esta ruta no se limita al recuerdo histórico y al estado y cantidad de restos bélicos, sino que incluye también su orografía, sus vías pecuarias y caminos entre prados y huertas de bellísimos muros de lajas, y las construcciones típicas del pueblo, donde terminamos el paseo con una abundantísima comida que nos sirvieron con especial atención y amabilidad en el único bar del pueblo.

Os dejamos a continuación una selección de fotografías de nuestras amigas Pilar y María José.

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