Ruta a Cabeza Líjar: Paisaje e Historia
Domingo, 26 de junio de 2022
Nos encontramos en el Alto del León (o Puerto de Guadarrama), a las 9:30h, la hora indicada. El aire fresco de los 1508 metros de altitud en los que estábamos, nos recibía. Al tiempo, saludábamos a los amigos camineros y a los amigos de VillaNaturalezaSolidaria, también camineros, que nos acompañaban con la barra direccional que utilizan de apoyo al compañero que no cuenta con el 100% de la percepción visual.
Comenzamos a andar buscando un claro donde, después del saludo de Eulalia Ramírez Nueda, presidenta de la Sociedad Caminera, Alberto del Río Rivas , que preparó la ruta que recorreríamos, hizo la introducción, dándonos unas pinceladas históricas sobre los sitio que íbamos a recorrer, su significado histórico social, cultural y natural.
Podemos resumirlo así:
El Alto del León es el paso natural entre las dos Castillas, como se denominaban anteriormente, hoy Madrid y Segovia, comunidad de Castilla y León. Ha sido siempre un punto crucial para las comunicaciones.
Aunque en la época de los romanos, el paso se hacía por el Puerto de la Fuenfría, se sabe que también en esa época, se utilizaba un paso, situado aproximadamente a un kilómetro de donde nos encontrábamos, para transitar ganado y también personas, el Puerto de la Tablada. Por éste, también discurría el camino de Balat Humayd, utilizado por árabes en sus incursiones a terrenos cristianos, el propio Almanzor utilizó este camino. También los cristianos, se internaban en tierras árabes, siendo famosa la ”cabalgada de Ramiro II” a una gran población fortificada llamada Mayrit.
En 1749, el paso, dejó de estar en la Tablada, ya que el Rey Fernando VI, mandó que hicieran la carretera desde Villacastín hasta Villalba. Napoleón, en la navidad de 1808, cruzó el puerto , en medio de una ventisca y nevada espectaculares, causándole numerosas dificultades y bajas tanto humanas como materiales.
En el siglo XIX fueron famosos los bandoleros de la Sierra de Guadarrama. De los numerosos atracos y golpes de los bandoleros dan fé una carta del cura de Galapagar al Gobierno, quejándose del estado de los caminantes que llegaban a Galapagar apaleados y robados, en un estado lamentable.
A finales del siglo XIX aparece un cortejo multicolor capitaneado por Eduard de Perrodil, ciclista francés, inaugurando un tiempo en el que a la sierra de Guadarrama se le dará un uso cultural y deportivo, acercando la sierra y la naturaleza a los madrileños, destacando en esos momentos la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos, que incluía la naturaleza como parte importante en la educación que impartía, clubs deportivos como el Club Peñalara, etc., en Europa era ya una costumbre disfrutar de la montaña, aunque sonaba extraña en nuestro país. Por ello la ruta que íbamos a recorrer se denomina: “Orígenes del montañismo español”.
En la Guerra civil el alto del León es en el primer sitio donde se encuentran los dos ejércitos, el de Franco que dio el golpe de estado y el ejército de la República,
La Peñota y el Arcipreste de Hita quedan en zona republicana y, sin embargo, la posición en el Alto del León y Cabeza Líjar, permanecen en manos de los fascistas durante prácticamente, el tiempo que dura la guerra.
Respecto a la denominación de el Alto del León: Fernando VI puso el león en la carretera con esta leyenda: Fernando VI padre de la patria hizo el camino para ambas castillas por encima de los montes, en el año de nuestra salvación…
Después de la guerra, Franco y Serrano Suñer cambiaron el nombre a “alto de los leones de castilla” ; también mandaron construir un vía crucis, del que hoy, solo quedan algunas cruces caídas.
Después de escuchar esta interesantes explicaciones, nos pusimos en marcha hacia el “alto del Gamonal”, donde hay un observatorio de la Guerra Civil que mantiene sus fantásticas vistas del Valle y Sierra de Guadarrama. José Ignacio Cascajero nos explicó, que este cerro también se llama Cerro piñonero, aunque no hay ningún pino piñonero por allí, la denominación de “alto del Gamonal” se debe al gamón, “Asphodelus albus”, planta muy común de aproximadamente metro, metro y medio, de flores blancas, que no vimos, porque florece en primavera. Esta planta era considerada divina por los griegos, porque el gamón si se corta o se quema, vuelve a salir, no muere.
Descendimos por el sendero hasta encontrarnos con el camino forestal que lleva hasta Peguerinos, punto límite entre Madrid Ávila, en el Collado de la Mina. Se llama así, porque a unos metros había una mina de Wolframio y cobre que se utilizó en los años 50/60. El wolframio era requerido para endurecer el acero y fue muy importante en la Segunda guerra mundial.
Nos dirigimos hacia el último ascenso, ya con una pendiente más pronunciada, pero con unas vistas espectaculares hacia la parte segoviana, El Espinar, etc.
Este tramo encerró más dificultad , pero fue premiado nuestro esfuerzo, con la llegada a Cabeza Líjar y con la extraordinaria panorámica de la Sierra de Guadarrama: la hoya de El Espinar, la comarca del Alto del Guadarrama y la Sierra de Malagón.
Allí cansados, pero entusiasmados, procedimos a tomar un tentempié, mientras nos sentíamos privilegiados por disfrutar de una excelente compañía ante un paisaje de ensueño.
Después del refrigerio, volvimos por el camino andado, entre roquedos que dejan claros los efectos de la erosión en las formas esculpidas y fracturadas de las rocas. Llegamos la pista forestal que nos llevaría hasta el punto de partida, pasando por alguna de las cruces que permanecen quebradas del Vía Crucis original.
Por fin, ya tarde, nos despedimos, deseando encontrarnos en la próxima ruta después del verano.
.