Casi en solitario, logró salvar Monfragüe de los planes de plantación de eucaliptos y convertirlo en el maravilloso parque que hoy es. Tampoco olvidamos su esfuerzo en enseñarnos las importancia de los más pequeños y humildes integrantes de la Naturaleza, de ese gran equilibrio que se ha mantenido, y ahora está peligroso riesgo de desestabilización, será siempre un referente admirado, añorado, querido y respetado.

Sobresale su lucha, como pionero, por la recuperación y conservación de las vías pecuarias, su denuncia constante de la inactividad de las instituciones, que consienten usurpaciones y no cumplen con su obligación de fomentar su uso, conservarlas, preservarlas y potenciarlas.

Recordamos también, su papel fundamental en la defensa y recuperación de la trashumancia, tan ligada al patrimonio histórico y social, y que permite entender la vida de otra manera, en y con la naturaleza.

Será siempre un ejemplo a seguir. Sus llamamientos a luchar contra el cambio climático y sus terribles consecuencias, es otra faceta de plena actualidad de un hombre brillante, que se adelantó a un futuro amenazante sin miedo, con valentía y con acierto.

Reciba nuestro pequeño tributo reseñando su importante y pertinaz defensa de la Naturaleza y los ecosistemas.