Empezamos las salidas camineras de 2017 con aparentemente mucho ánimo, por lo que se deduce de las más de setenta personas que nos juntamos para dar un suave paseo por cordeles y caminos históricos de Galapagar.
Salimos desde el descansadero de la charca de Olla y Brazos, junto al río Guadarrama, y seguimos por el margen para asomarnos a ver las pocas ruinas del molino harinero que allí quedan.
Por el camino del Barrizal llegamos hasta el Cordel de las Suertes Nuevas, cruzamos la carretera de Galapagar a Villalba y seguimos hasta el Toril, donde tomamos el camino de los Enebrales a El Guijo. Cruzamos la carretera de Galapagar a Guadarrama y tomando de nuevo el Cordel de las Suertes Nuevas llegamos hasta el Cerrillo, donde hicimos nuestra habitual parada para el bocadillo y desde nos dirigimos hacia Navalquejigo, y de allí hasta Las Zorreras, donde tomamos el tren de vuelta hacia La Navata.
Además de lo agradable que resulta siempre pasear por las vías pecuarias de Galapagar, entre sus amplias dehesas con unos ejemplares de encinas extraordinarios y meticulosamente mantenidos por Saturnino, en esta salida pudimos admirar la ermita mesteña del Cerrillo, cuya restauración fue posible gracias a las reivindicaciones para la recuperación del Cordel, y que supuso además la instauración de la tradicional romería.
Mención aparte merece Navalquejigo, un despoblado incluido en el territorio de la Cerca de Felipe II, donde los restos medievales de la iglesia fortificada y el rollo conviven con los nuevos ocupantes de las viviendas abandonadas.
