Publicación de Carmen Manso Porto para la Real Academia de Historia de España
Desde el primer tercio del siglo XVIII, un grupo de ilustrados se interesó por el conocimiento de la Geografía e Historia antigua de Hispania a través de los vestigios del pasado: los documentos, las inscripciones y las medallas. Su método de trabajo se inspira en la tradición renacentista del reinado de Felipe II. Este monarca había comisionado a Ambrosio de Morales y a Pedro Esquivel para que describiesen y midiesen la península ibérica. El historiador Enrique Flórez y los académicos de la Real Academia de la Historia, siguiendo los pasos de sus predecesores, buscaron la verdad de los hechos históricos y de los lugares geográficos de Hispania, logrando excelentes resultados. En los viajes identificaron algunos pueblos de la antigüedad que citan los documentos y reconocieron y dibujaron monumentos, inscripciones, vías y medallas. En sus investigaciones revisaron las fuentes y el material reunido y diseñaron mapas de las provincias de Hispania.