Para terminar el año, nuestro grupo de marchas decidió llevarnos a un recóndito lugar, poco conocido actualmente, pero que tuvo una gran importancia social hasta tiempos no tan pretéritos: La Navata y la fuente de Cabeza Rubia.
Por estos montes corrían las vocerías de las que habla el Libro de la Montería, en una tradición venatoria que se ha mantenido durante siglos, como demuestra el grabado que acompaña a la convocatoria de esta salida, y que representa a unos cazadores descansando al borde de la fuente de Cabeza Rubia. En este punto, nuestro compañero Carlos nos leyó el manifiesto de Cabeza Rubia que se adoptó esta primavera pasada en una salida conjunta de asociaciones de Moralzarzal, Hoyo de Manzanares, Galapagar, Villalba y Torrelodones, reclamando la apertura de un camino, el de La Navata, que durante siglos sirvió para la comunicación entre todos estos pueblos. Nuestro compañero José Luis nos explicó el carácter indiscutiblemente público del camino, así como la importancia de conseguir la apertura del tramo cerrado.
Tanto al cruzar el arroyo de Peregrinos como al llegar a la cascada del Covacho pudimos apreciar la magnitud de la sequía actual. En este punto, aprovechamos también para explicar brevemente el origen de las grandes fincas de recreo y de caza de esta zona de la presierra, ligadas a las desamortizaciones del siglo XIX, y las nefastas consecuencias que tuvieron para las poblaciones locales.
Como siempre, nuestra amiga Pilar nos regala este magnífico reportaje fotográfico: