La primera marcha caminera del año 2016 nos llevó hasta Alpedrete según la propuesta de la Comisión de Marchas Caminera. En esta ocasión ha sido José Luis Soriano el responsable de la marcha y su recorrido, que nos ha permitido a muchos descubrir un entorno de dehesa bien conservado, unos paseos muy agradables y una de las actividades tradicionales de Alpedrete, el trabajo de cantería, ya famoso desde el suministro de piedra para construir el Monasterio del Escorial y que ha servido para empedrar nuestras carreteras en la primera mitad del siglo pasado.
Desde el punto de encuentro, al lado del cementerio y tanatorio, tomamos uno de esos encantadores caminos entre cercas de piedra que tanto abundan por estas comarcas, y que nos permitió disfrutar de las vistas sobre la finca Santa Quitería, un prado adehesado con una hermosa fresneda y algunos ejemplares de roble. Así llegamos hasta una vía pecuaria por la que llegamos hasta la dehesa boyal de Alpedrete.
Además de las encinas y enebros típicos de las dehesas de esta zona, la de Alpedrete se caracteriza por la gran cantidad de antiguas canteras de granito, que han dado lugar a una serie de charcas que han generado a su vez interesantes ecosistemas, que el Ayuntamiento de Alpedrete está intentando proteger por la gran importancia que estos hábitats representan para muchas especies de anfibios en peligro de extinción, y principalmente para varias especies de tritones.
Jesús, miembro de la asociación local Alpedrete Sostenible, que desde hace años ha venido defendiendo la dehesa y sus valores naturales, hizo de guía local y fue informando con gran lujo de detalles de todo el entorno del camino, vías pecuarias, problemas con podas descontroladas, el peculiar hábitat de las charcas generado lo largo de los años y el gran esfuerzo municipal para proteger y conservar este rico patrimonio natural del municipio y de toda la Comunidad de Madrid.
José, antiguo cantero, nos explicó algunas de las técnicas y utensilios que se han empleado tradicionalmente, desde la época romana hasta hace pocos años, para la explotación de estas canteras, desde donde ha salido mucho del granito que conforman las lápidas, monumentos y calles de toda la provincia.
Un lavadero restaurado nos dio otra visión de la vida cotidiana de los habitantes de los pueblos de la Sierra y una evidencia más de la importancia histórica que han tenido para ellos los terrenos comunales, de donde obtenían gran parte de los recursos que les permitían su subsistencia.
Un recorrido más de Camineros, muy cercano a nuestras casas, que nos ha permitido conocer un espacio diferente, suave y agradable de recorrer en familia, disfrutando de un paseo tranquilo, lleno de la presencia de la actividad de los canteros y con unas vistas excelentes de toda la sierra.
Enlace a Fotos del socio Mariano G. Isern