Ruta al puente de La Marmota. 27 de noviembre de 2022
El hado de camineros nos ofreció una vez más un espléndido día otoñal para acometer una nueva ruta, esta vez hacia el puente de la Marmota, sobre el río Manzanares formando linde con el monte de El Pardo.
Antes de empezar se decidió pasar lista a los asistentes puesto que detectamos que habían acudido bastantes menos personas de las que se estaban inscritas y confirmadas. Este es un problema importante puesto que, debido al necesario límite de asistentes, las personas inscritas que finalmente no asisten sin avisar impiden que otras personas que están en lista de espera puedan ocupar su lugar.
Esta vez el guía y cicerone fue José Luis, que tanto al principio como a lo largo de la ruta nos fue explicando las características del territorio que recorríamos y lo que veíamos.
Comenzamos la ruta siguiendo el cordel de Cantalojas que, en forma de sendero, nos adentra en el precioso bosque mediterráneo que este domingo presentaba un precioso aspecto de otoño.
Comprobamos que se trata de un bosque bastante bien conservado y con una gran biodiversidad tal como nos comentó Ignacio en una parada del recorrido, en la que además pudimos ver, aunque fuera de manera fugaz, un ejemplar de águila real volando sobre nosotros.
Seguimos recorriendo el cordel, convertido en pista y que en esta parte coincide con lo que pretendía ser una de las carreteras que, en tiempos de la República, se diseñaron para acercar a los madrileños a la sierra, esta vez atravesando el monte de El Pardo. ¡Menos mal que se suspendieron las obras por la guerra civil! ¡Eran otros tiempos!
Antes de descender finalmente por un empinado sendero al puente de La Marmota, destino final de esta ruta, pudimos disfrutar de las impresionantes vistas del monte de El Pardo, la cuidad de Madrid al fondo y toda la extensa llanura madrileña.
Tras descansar sobre el puente y tomar un piscolabis para reponer fuerzas, inmensos en este paisaje, comenzamos el camino de vuelta recorriendo toda la pista que en parte habíamos andado a la ida, hasta llegar a la carretera que coincide con el cordel de Hoyo de Manzanares. Desde allí siguiendo un tramo del arco verde de la Comunidad de Madrid, llegamos hasta el lugar de inicio.
ENTORNO:
Todo el recorrido esté incluido en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, protegido desde 1985 y que desde 1992 entra a formar parte de la Red Internacional de Reservas de la Biosfera.
En esta zona del Parque hay una importante abundancia de ecosistemas, destacando encinares, sotos y fresnedas, pinares de repoblación, rebollares, melojares y enebrales. Alberga especies con gran valor ecológico, dada su rareza o singularidad, como el narciso de los prados (Narcissus pseudonarcissus subsp. confusus), incluido en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid, en la categoría de En Peligro de Extinción. o los alcornocales de la Sierra de Hoyo de Manzanares.
El parque presenta una ordenación en zonas regulándose diferentes usos en función de sus características naturales y económicas:
- Reserva natural (Zona A) con subzonas A1 (Reserva Natural Integral) y A2 (Reserva Natural Educativa).
- Parque Comarcal Agropecuario (Zona B) con subzonas zona B1 (Parque Comarcal Agropecuario Protector), B2 (Parque Comarcal Agropecuario Productor) y B3 (Parque Comarcal Agropecuario a regenerar).
- Área de Transición (Zona T)
- Área a ordenar por el Planeamiento Urbanístico (Zona P)
Nuestro recorrido pasa por las zonas B-2 y A-1
CARRETERA DE LA REPÚBLICA:
En al año 1931, en la II República, siendo ministro de Obras Públicas, Indalecio Prieto, se inició un proyecto que pretendía:
- Acercar la naturaleza a los madrileños
- Unir distintos enclaves de la sierra de Guadarrama.
Se proyectaron cinco carreteras:
- La unión de Cercedilla y Valsaín, de la que sólo se llegó a iniciar el trazado del Camino Puricelli.
- Entre La Morcuera y Cotos por la cara norte de la Cuerda Larga.
- Carretera que uniría el Puerto de la Fuenfría y el de Navacerrada por la solana de Siete Picos.
- Desde Madrid llegaría a la Sierra atravesando el Monte del Pardo pasando por Colmenar Viejo.
- El quinto uniría Miraflores de la Sierra con Rascafría, cruzando por el Puerto de la Morcuera. Es el único que se concluyó.
En el año 1936, el inicio de la Guerra Civil ocasionó la paralización de las obras, para fortuna del entorno natural de la Sierra de Guadarrama.
Nosotros recorreremos un tramo del recorrido número 4 que atravesaba El Pardo.
PUENTE DE LA MARMOTA:
El curioso nombre de este puente, ya que la marmota no es una especie propia de la fauna del lugar, es una degeneración del término ‘mamotar’, con el que era conocido un cerro cercano al puente, con forma de ‘mama’ femenina. La citada montaña aparece con el nombre de Cabeza de Mamotar en diferentes documentos medievales, como el célebre Libro de la Montería, del rey Alfonso XI de Castilla (1311-50). Dada la similitud fonética que poseen las voces ‘mamotar’ y ‘marmota’, es fácil entender el proceso de corrupción lingüística sufrido por el topónimo.
El Puente de la Marmota fue contruido entre 1756 y 1758, en el contexto de un proyecto de acotamiento y mejora de los accesos de El Pardo, por mandato de Fernando VI (1713-59), dada la importancia de El Pardo como cazadero real.
Además de esta infraestructura, que forma parte de la cerca de El Pardo que con 99 kilómetros, rodea al monte, se crearon otras muchas, como la Puerta de Hierro, el Puente de San Fernando, la gavia de Fuencarral y una serie de pequeños puentes, que salvaban los arroyos de Valdeculebras, de las Viudas, de Tejada y de Trofa, todos ellos afluentes del Manzanares.
Destaca del mismo su considerable altura, su arco de medio punto que, con 46 dovelas, salva un desnivel de 11,5 metros y tiene una anchura de 12 metros. Su tablero con unas dimensiones de 45 metros de largo y 4,7 de ancho, se inclina de un extremo a otro, posibilitando un pronunciado cambio de rasante.
El puente de la Marmota es un bien protegido y pertenece al Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, que lo restauró en 2012 en colaboración con el Ejército, que aportó medios aerotransportados para evacuar el material acumulado sobre el mismo.
EMBALSE DE EL PARDO:
El embalse de El Pardo terminó de construirse en el año 1970, alcanza una altura máxima sobre el cauce de 35 metros de altura y su longitud en coronación es de 830 metros. Ocupa una superficie de 550 hectáreas y tiene una capacidad de 45 hm³.
Se construyó para evitar las inundaciones que periódicamente, el río Manzanares, provocaba. Alguna crecida incluso destruyó puentes, como el Puente Verde de la Florida.
La construcción del embalse provocó un fuerte impacto en el equilibrio ecológico del Monte de El Pardo afectando al ecosistema y a la fauna tanto terrestre como piscícola.
A pesar de estos efectos, alrededor del embalse se ha desarrollado una importante población de aves acuáticas, tanto invernantes como nidificantes, como el águila pescadora, la cigüeña negra, el cormorán grande, la grulla común, la gaviota reidora y varias especies de anátidas. A ello se une la existencia de diferentes especies piscícolas y anfibias.
El embalse de El Pardo aparece en el catálogo regional de zonas húmedas, por su valor faunístico y paisajístico.
ARCO VERDE (WIKIPEDIA):
El Arco Verde es un gran parque de tipo cinturón verde que comenzó a desarrollarse en 2019 y se prevé terminarlo en el año 2026, el cual conectará los espacios naturales protegidos de la Comunidad de Madrid, como son los grandes parques regionales (Sureste, Curso Medio del río Guadarrama y de la Cuenca Alta del Manzanares) y el parque nacional de la Sierra de Guadarrama, con otras grandes zonas verdes situadas en 25 municipios de la comunidad de Madrid,(Alcobendas, Alcorcón, Arganda del Rey, Boadilla del Monte, Colmenar Viejo, Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Hoyo de Manzanares, Las Rozas de Madrid, Leganés, Madrid, Majadahonda, Mejorada del Campo, Paracuellos del Jarama, Parla, Pinto, Pozuelo de Alarcón, Rivas Vaciamadrid, San Fernando de Henares, San Sebastián de los Reyes, Torrelodones, Tres Cantos, Velilla San Antonio y Villaviciosa de Odón). Pasará por Bosque Sur, el Monte de Boadilla, la Dehesa Boyal, el Cerro de la Cantueña o el monte de Valdelatas. Ocupará una superficie de 2300 hectáreas, creado nuevas áreas e infraestructuras rurales recuperando y mejorado a la vez el paisajismo natural que favorecerá la biodiversidad con espacios polinizadores y lepidópteros, sembrado o plantado diferentes especies de flora, se plantarán un total de 200 000 árboles y arbustos autóctonos, mejorando el entorno natural de su fauna para protegerla, desde el hábitat de las aves, reptiles, mamíferos, insectos; además, se crearán láminas de agua, también conectara con el entorno el anillo verde ciclista.