En esta primera excursión tras del parón veraniego, más de 70 camineros nos juntamos un radiante domingo de septiembre para seguir los pasos de los miembros de la Institución Libre de Enseñanza que anduvieron por estas laderas de la Sierra a principios del siglo XX. A Cercedilla llegamos en tren, al igual que se hacía en aquellos tiempos, y desde la estación, tras cruzar las calles del pueblo, subimos hasta la pradera de las Cortes, con sus restos del antiguo campamento de la OJE que allí había.
Proseguimos después por una recóndita trocha hasta el Pino de la Cadena, donde nuestro guía, Alberto, nos contó la hermosa historia de Ricardo Urgoiti y su empeño en salvar a este árbol bajo el que descansaba cuando le informaron de la muerte de su padre. De aquí seguimos hasta la casa que la ILE construyó en el Ventorrillo como casa de colonias para sus alumnos, no sin antes haber glosado, al pasar por delante del monumento a él dedicado, la figura de Manuel González Amezúa, fundador, en 1908, del Club Alpino Español, con sede en el puerto de Navacerrada.
Finalmente, descendimos por el camino del Calvario, que era por donde subían realmente los miembros de la ILE, tal y como nos mostró Alberto mediante una fotografía antigua de Giner de los Ríos en pleno ascenso.
En Cercedilla nos esperaba un bien merecido refresco.
En esta ocasión, las fotografías se las debemos a Isabel y a María Jose.