Para despedir esta temporada, nuestro compañero Alberto nos llevó hasta Cabeza Líjar, en un día que amenazaba tormentas y calores bochornosos, pero que, una vez más, nos respetó a lo largo de todo el camino.
Después de dejar los coches en el alto del León, y de escuchar las explicaciones que sobre la historia de este paso de la sierra que comunica las dos Castillas nos dio Alberto, tomamos el camino marcado de color azul hacia Peguerinos, pasando por el cerro Piñonero y el collado de la Gasca.
Además de poder disfrutar de las espléndidas vistas que ofrece el antiguo búnker transformado en refugio y mirador, Alberto amenizó todo el camino con narraciones sobre los combates que tuvieron lugar, desde el inicio mismo de la guerra civil en estos parajes, y de los que dan fe los numerosos restos de arquitectura militar que quedan sobre el terreno.
Tras volver por la carretera/pista forestal, brindamos con una merecida cerveza por unas felices vacaciones y el reencuentro en septiembre.